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El betacaroteno es un pigmento que se halla en vegetales de color amarillo y naranja (zanahoria, melón, mango...) y verde oscuro (espinaca, col rizada). Es un precursor y fuente esencial de la vitamina A que se encuentra también en diversos suplementos nutricionales (Stroble 2007). Se convierte en la forma activa de vitamina A (retinol) en el hígado y la mucosa intestinal; cuando se alcanzan niveles plasmáticos adecuados de Vitamina A la conversión se satura, por lo que el consumo excesivo no puede producir hipervitaminosis A (EFSA 2006). Se utiliza en el déficit de Vitamina A y en la porfiria. Administración oral. Es una sustancia alimentaria reconocida como segura. (FDA 2023)
Se encuentra naturalmente en la leche materna (Song 2013) y los niveles plasmáticos son superiores en lactantes amamantados que en los no amamantados (Zaidi 2022). Tiene propiedades antioxidantes y podría disminuir los procesos inflamatorios de la mama (Tinia 2022). La congelación no disminuye la concentración de betacaroteno en la leche materna, pero sí si la leche es administrada por un sistema de alimentación por sonda. (Tacken 2009)
El betacaroteno se excreta en la leche materna y su suplementación aumenta significativamente (2 a 6 veces) los niveles de betacaroteno en leche (Webb 2009, Canfield 1998 y 1997, Johnson 1997), incluso cuando se administra en forma de pasta de zanahoria. (Haftel 2015)
No hay informes de efectos adversos en bebés amamantados por la suplementación materna con betacaroteno. (Hale)
Los bebes lactantes de madres que consumen cantidades elevadas de alimentos ricos en betacaroteno pueden tener carotinemia (coloración amarillo-naranja de la piel) que no supone ictericia ni enfermedad hepática. (Thomson 1943)
Las madres lactantes afectas de VIH que reciben vitamina A y betacaroteno tiene una mayor eliminación del virus del VIH en la leche materna que las mujeres que no la reciben, aumentando la tasa de transmisión del VIH. (Fawzi 2002)