Última actualización: 24 de Marzo de 2019
Compatibilidad limitada
No disponemos de alternativas para C4 H3 FN2 O2.
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C4 H3 FN2 O2 es Fluorouracilo en Fórmula molecular.
Así se escribe en otros idiomas:C4 H3 FN2 O2 también se conoce como
C4 H3 FN2 O2 pertenece a la siguiente familia o grupo:
Principales marcas comerciales de diversos países que contienen C4 H3 FN2 O2 en su composición:
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e-lactancia es un recurso recomendado por Academy of Breastfeeding Medicine - 2015 de Estados Unidos
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El Fluorouracilo es un análogo del Uracilo que actúa como un antimetabolito y es usado como tratamiento de neoplasias malignas comunes, en particular el cáncer de colon y de mama en administración intravenosa cada 24 horas o semanalmente.
Se excreta en leche materna en cantidad indetectable, clínicamente no significativa (Peccatori 2012) que puede explicarse por su farmacocinética: rápida degradación a metabolitos no activos y muy baja liposolubilidad (Pistilli 2013).
Se sabe por Farmacocinética que pasadas 3 semividas de eliminación (T½) se elimina del organismo el 87,5% del fármaco; tras 4 T½ el 94%, tras 5 T½ el 96,9%, tras 6 T½ el 98.4% y tras 7 T½ el 99%. A partir de 7 T½ las concentraciones plasmáticas de fármaco en el organismo son despreciables. En general, un período de al menos cinco vidas medias puede considerarse un período de espera seguro para volver a amamantar (Anderson 2016).
Tomando como referencia el T½ publicado más largo, estos 5 T½ corresponderían a 1.7 horas. Debido a los importantes afectos adversos, sería recomendable esperar 7 T½ que corresponderían a 2.5 horas. Mientras, extraer y desechar la leche del pecho regularmente.
Algunos autores recomiendan esperar 24 horas ( 89 T½) tras la última dosis (IV, IM, IP) para reiniciar la lactancia. (Hale 2017 p388).
Cuando sea posible hacerlo, las detecciones en leche de cada paciente para determinar la eliminación total del fármaco serían el mejor indicador para reanudar la lactancia entre dos ciclos de quimioterapia.
La administración de 5-Fluorouracilo no reduce la producción de leche (Pistilli 2013, Peccatori 2012).
En tratamientos intraoculares, las dosis son mínimas y es poco probable que haya excreción en leche materna (Hale 2017 p388).
Durante el tratamiento del cáncer hay que interrumpir la lactancia debido a los efectos secundarios potencialmente graves para el lactante. La quimioterapia no afecta la producción de leche ni durante el tratamiento ni posteriormente. Un destete abrupto puede ser psicológicamente traumático tanto para la madre como para el lactante (Pistilli 2013). Si la madre lo desea, la producción de leche puede mantenerse mediante extracción regular del pecho, pudiendo recuperar la lactancia en los periodos en que en la leche no quedan trazas significativas del fármaco (Anderson 2016) o al finalizar el tratamiento (Pistilli 2013).
Algunos quimioterápicos con efecto antibiótico pueden alterar la composición de la microbiota (conjunto de bacterias o flora bacteriana) de la leche y la concentración de alguno de sus componentes (Urbaniak 2014). Posiblemente esto ocurre de forma transitoria con recuperación posterior, sin que por ello se supongan ni se hayan publicado efectos perjudiciales en lactantes amamantados.
Las mujeres en tratamiento quimioterápico durante el embarazo tienen menores tasas de lactancia por experimentar dificultades para amamantar (Stopenski 2017), necesitando más apoyo para conseguirlo.
Dada la fuerza de la evidencia existente sobre los beneficios de la lactancia materna para el desarrollo de los bebés y la salud de las madres, conviene evaluar el riesgo-beneficio de cualquier tratamiento materno, incluida la quimioterapia, asesorando individualmente a cada madre que desee seguir con la lactancia (Koren 2013).
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