Última actualización: 9 de Marzo de 2021
Compatibilidad limitada
Las recomendaciones de e-lactancia las realiza el equipo de profesionales de la salud de APILAM y están basadas en publicaciones científicas recientes. Estas recomendaciones no pretenden reemplazar la relación con su médico, sino complementarla. La industria farmacéutica contraindica la lactancia, de forma equivocada y sin razones científicas, en la mayor parte de prospectos y fichas de medicamentos.
Tu aportación es fundamental para que este servicio siga existiendo. Necesitamos la generosidad de personas como tú que creen en las bondades de la lactancia materna.
Gracias por ayudar a seguir salvando lactancias.
Dióxido de cloro también se conoce como
Dióxido de cloro en otros idiomas o escrituras:
Dióxido de cloro pertenece a las siguientes familias o grupos:
Principales marcas comerciales de diversos países que contienen Dióxido de cloro en su composición:
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e-lactancia es un recurso recomendado por Academy of Breastfeeding Medicine - 2015 de Estados Unidos
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Es un compuesto de cloro en forma de gas muy soluble en agua. De propiedades muy parecidas a la lejía y más tóxica que ella.
Tiene una gran capacidad oxidante que destruye por contacto virus, bacterias, hongos y parásitos, lo que lo hace útil como desinfectante de espacios y material médicos y del agua de bebida (Tofanelli 2020, Wang 2020).
Se utiliza en la industria del papel como blanqueador de la pulpa de madera y en la industria de la alimentación para el tratamiento de harinas.
Es corrosivo y muy irritante para la piel, ojos y tracto respiratorio, por lo que no debe utilizarse como desinfectante cutáneo y aún menos inhalarse o ingerirse.
Se ha utilizado, muy diluido, en enjuagues bucales para la higiene bucal, sin que sea de superior eficacia a otro tipo de enjuagues desprovistos de toxicidad (Kerémi 2020).
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
La llamada "solución mineral milagrosa" es una solución acuosa de clorito de sodio (NaClO2) que, en contacto con los ácidos de zumos y/o del jugo gástrico, libera dióxido de cloro. Se promueve de modo falso y fraudulento para curar diversas enfermedades: diabetes, cáncer, acné, autismo, infecciosas de todo tipo incluidas víricas, gripe, VIH-SIDA, Covid-19... (Kály 2020, NewsCAP 2019).
La FDA ha desaconsejado su consumo por falta de pruebas de su eficacia y riesgo elevado de graves complicaciones de salud (OPS 2020, FDA 2020 y 2019, Loh 2014, White 2010, Babu 2008, Taub 2002, Winder 2001, Moulick 1992).
Un producto, cuyo consumo no produce ningún beneficio y puede enfermar gravemente y poner en peligro la vida de las personas, no deben consumirse, y menos aún durante la lactancia.