Echinacea angustifolia, Echinacea pallida, Echinacea purpurea, Brauneria angustifolia, Brauneria pallida

Se usa la raíz y la sumidad aérea. Contiene alquilamidas, polisacáridos, aceite esencial y flavonoides entre otros componentes ^{(Fitoterapia.net, WHO 1999)}. Propiedades atribuidas: inmunoestimulante, cicatrizante y antiinflamatoria. Indicado en uso oral en resfriados y bronquitis ^{(Shah 2007)} y uso tópico en heridas y lesiones cutáneas. Indicaciones según Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán: resfriado común, bronquitis, lesiones cutáneas. ^{(Blumenthal 1998)}

Algunos componentes de la equinácea se han detectado en leche materna, sin que se hayan analizado los posibes efectos en el lactante. ^{(Amer 2015, Matthias 2008)}

Los efectos secundarios son raros y no graves: gastrointestinales, exantemas y reacciones alérgicas. ^{(Huntley 2005)}

Se ha utilizado, junto a otras plantas, en aplicación tópica para prevenir o tratar grietas del pezón, sin que las pruebas de su eficacia sean concluyentes. ^{(Niazi 2018, As'adi 2018)}

Planta ampliamente utilizada, incluso durante el embarazo y la lactancia ^{(Kennedy 2013, Sachs 2013, Zaffani 2006, Nordeng 2004, Tesch 2003, Einarson 2000, Gallo 2000)}. Aunque no hay muchas pruebas de su seguridad ^{(Sachs 2013, The Royal 2013, Amir 2011, Huntley 2005)}, dada su falta de toxicidad a dosis correctas, el consumo moderado y sería compatible con la lactancia. ^{(Perri 2006)}. No utilizar más de 8 semanas. ^{(Blumenthal 1998)}

Precauciones al tomar preparados de plantas ^{(Anderson 2017, Powers 2015, Posadzki 2013, Efferth 2011, Kopec 1999, Hsu 1995)}:

• Asegurarse que son de fuente fiable. Han ocurrido intoxicaciones por confusión de una planta con otra con propiedades tóxicas ^{(Hsu 1995)}, envenenamientos por contener metales pesados que extraen del suelo y toxiinfecciones alimentarias por contaminación con bacterias u hongos. ^{(Anderson 2017)}
• No tomar en exceso. Seguir recomendaciones de profesionales expertos en fitoterapia. Los productos “naturales” no son buenos en cualquier cantidad: las plantas contienen sustancias activas de las que se ha obtenido gran parte de nuestra farmacopea tradicional y pueden provocar intoxicaciones o actuar como disruptores endocrinos si se consumen en cantidad o tiempo exagerados, ya que contienen fitoestrógenos. ^{(Powers 2015, Zava 1998)}