Última actualización: 5 de Agosto de 2019
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No se muestran alternativas porque Radioterapia externa tiene un nivel de riesgo muy bajo.
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Radioterapia externa también se conoce como
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La radioterapia, sola o asociada a quimioterapia y cirugía, se utiliza en el tratamiento del cáncer. Consiste en irradiar para destruir las células cancerosas con rayos x de alta energía o haces de protones (ASCO 2016).
Puede ser externa o de haz externo, cuando se administra desde un aparato externo al cuerpo, o interna o braquiterapia, cuando se introduce material radioactivo dentro del cuerpo, en el tumor o tejido circundante.
Este artículo se refiere a la RADIOTERAPIA DE HAZ EXTERNO. En ella, la radiación atraviesa el organismo no dejando huella radioactiva en el paciente y no siendo por tanto "radioactivo", es decir, que no emite radiación (ASCO 2016).
La leche de una madre lactante no tiene porque verse alterada durante el proceso de radioterapia, sea sobre el pecho, sea sobre otra parte del cuerpo y tampoco es radioactiva. Se puede, si la madre lo desea y sus condiciones clínicas y medicación lo permiten, amamantar entre las sesiones de radioterapia.
La radioterapia vuelve más sensible y delicada la piel de la zona irradiada. Por eso algunos autores desaconsejan amamantar del pecho irradiado mientras dura el tratamiento (Johnson 2019, Shachar 2017).
Tras una radioterapia en la zona del pecho, sea por cáncer de pecho u otro proceso neoproliferativo (p.ej. linfoma de Hodgkin), una vez curado el proceso, se puede amamantar del pecho sano y también del irradiado (Leal 2013, McCullough 2010, Moran 2005, Tralins 1995, Higgins 1994, Varsos 1991 y Rodger 1989), pero hay menos frecuencia (25 a 50%) de lactancia en madres que recibieron irradiación en el pecho, por menor producción de leche y algún cambio bioquímico (Akhtar 2015, Leal 2013, McCullough 2010, Moran 2005, Tralins 1995, Higgins 1994, Varsos 1991 y Rodger 1989), y/o el lactante no va a querer mamar del lado irradiado (Mohamad 2016), siendo posible amamantar de un solo pecho (Mohamad 2016).
Tras una radioterapia craneal recibida años atrás por cáncer o leucemia infantil se ha constatado menor producción de leche y mayor frecuencia de fracaso de lactancia (Hall 2014, Follin 2013 y Johnston 2008), quizás por insuficiencia de prolactina (Follin 2013), pero se recomienda intentar el amamantamiento advirtiendo a la madre de la posibilidad de fracaso (Hall 2014 y Johnston 2008).
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