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Antibiótico macrólido de uso autorizado en Pediatría. Uso corriente en lactantes pequeños
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
Es de mayor peso molecular y semivida de eliminación más corta que otros macrólidos (azitromicina, claritormicina) que se excretan en cantidad insignificante en la leche materna.
Hasta conocer más datos publicados sobre este fármaco en relación con la lactancia, pueden ser preferibles alternativas conocidas más seguras, especialmente durante el periodo neonatal y en caso de prematuridad.
Se ha relacionado la exposición temprana a macrólidos (en especial la eritromicina) con la aparición de estenosis hipertrófica de píloro, incluso a través de la leche materna, por lo que puede ser prudente evitarlos durante el primer mes de lactancia.
Tener en cuenta la posible negatividad de cultivos en lactantes febriles cuyas madres toman antibióticos, así como la posibilidad de gastroenteritis por alteración de la flora intestinal.