Última actualización: 29 de Enero de 2017
Compatibilidad probable
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Parafina líquida también se conoce como
Parafina líquida en otros idiomas o escrituras:
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El aceite mineral, parafina o vaselina es un hidrocarburo saturado obtenido del petróleo. La longitud de la cadena molecular puede variar de 15 a 40 carbonos con pesos moleculares entre 200 y 600 datos.
Se utiliza como laxante, en cosmética y como emoliente y excipiente en productos tópicos para la piel.
LAXANTE: Los aceites minerales de más de 34 carbonos (480 daltons) tienen una absorción intestinal nula o mínima y son los que deben ser usados para uso humano (Hagemann 1998). La ingesta diaria para un lactante debería ser nula o menor de 4 mg/kg. Para aceites con menos de 25 carbonos no se debe exceder de una ingestión diaria de 0,2 mg/kg.
Utilizado como laxante hay sugerencias (Mahadevan 2006) pero pocas pruebas de que pueda interferir con la absorción de vitaminas liposolubles (Gattuso 1994).
Los lactantes de madres que lo tomaron no tuvieron cambios en su ritmo intestinal habitual (Baldwin 1963).
Los COSMÉTICOS en forma de lociones y cremas (corporales, de manos o para el pecho) y lápices labiales son una fuente de acumulación de hidrocarburos saturados en el tejido graso corporal (Concin 2011). Las cremas para el pecho conteniendo parafina incrementan significativamente la concentración de parafina en la leche materna (Noti 2003, Concin 2008) y deben evitarse pues pueden aumentar la ingesta diaria del lactante hasta 40 mg/kg (Noti 2003).
Durante la lactancia es prudente evitar el uso de cremas que contengan parafina o restringirlo al mínimo, no aplicarlas en el pecho o sólo lo indispensable cuando sean parte del excipiente de un tratamiento local necesario y retirar bien los restos antes de la siguiente toma. El uso de aceite mineral como laxante puede sustituirse por otros productos de menos riesgo.
La INYECCIÓN local de parafina con fines pretendidamente estéticos (aumento del volumen mamario u otro) es una práctica frecuente en Este y Sudeste asiático que suele tener graves complicaciones (Alagaratnam 1996, Zekri 1996, Ho 2001, Markopoulos 2006) y es una práctica a desterrar (Di Benedetto 2002). Aunque no hay datos publicados, es de suponer que las concentraciones de parafina en leche materna estarán muy aumentadas en estos casos.