Última actualización: 31 de Agosto de 2020
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No se muestran alternativas porque Magnesio, fosfato de tiene un nivel de riesgo muy bajo.
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Magnesio, fosfato de también se conoce como
Magnesio, fosfato de en otros idiomas o escrituras:
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El fosfato de magnesio es utilizado como aditivo para soluciones intravenosas y también se encuentra en algunos preparados laxantes.
Está autorizado como aditivo alimentario (E-343) con funciones antioxidante, antiaglutinante y regulación de la acidez.
Se utiliza en cementos y biomateriales sustitutos del hueso.
Las necesidades de magnesio en madres lactantes se estiman en 310 a 360 mg diarios (MedlinePlus 2017); algunos países establecen cifras de hasta 450 mg diarios (Hall 2010).
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
El magnesio es un componente natural de la leche. La concentración media natural de magnesio en leche es de 31 mg/L (15 a 64 mg/L) (Dórea 2000, Feeley 1983).
El magnesio ingerido no se concentra en la leche materna. Su concentración en la leche es muy estable y depende poco de la alimentación (Dórea 2000) y otros factores, incluida la administración intravenosa de sulfato de magnesio a la madre: los niveles de magnesio en leche de madres tratadas con sulfato de magnesio intravenoso aumentaron de forma clínicamente no significativa respecto a las no tratadas (Cruikshank 1982, Dorea 2000).
Su baja biodisponibilidad oral (Morris 1987) dificulta tanto el paso a plasma y, por tanto, a leche de la madre, como el paso a plasma del lactante a partir de la leche materna ingerida.
Si la administración intravenosa de sufato de magnesio es considerada compatible con la lactancia, con más razón las sales administradas por vía oral lo serán (Hagemann 1998).
Diversas sociedades médicas y consensos de expertos consideran seguro el uso de las diversas sales de magnesio durante la lactancia (Dennis 2012, Schaefer 2007, Mahadevan 2006, Richter 2005, Nice 2000, Broussard 1998, Idama 1998).
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