Última actualización: 26 de Abril de 2021
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Diabetes materna también se conoce como Diabetes mellitus materna. Esta es una lista de otros posibles nombres:
Diabetes materna pertenece a la siguiente familia o grupo:
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Este comentario se puede aplicar total o parcialmente, a la diabetes tipo 1, tipo 2 y la diabetes gestacional.
Dados los beneficios para madre y lactante de la lactancia materna, especialmente en el caso de diabetes materna, es preciso alentar la lactancia materna y brindar todo el apoyo eficaz posible. Prestigiosas instituciones científicas y diversos autores así lo aconsejan (ADA 2108, Serrano 2015, Lawrence 2013, Cordero 1998).
La lactancia materna disminuye el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (Martens 2016, Serrano 2015, Jäger 2014, Stuebe 2005) especialmente en mujeres que han tenido diabetes gestacional (Gunderson 2015, Bentley 2008) y tiene efecto protector retrasando el inicio de diabetes y disminuyendo su frecuencia en la infancia (Martens 2016, Gerstein 1994, Mayer 1988, Borch 1984).
En ocasiones la diabetes mellitus materna remite durante la lactancia, por periodos prolongados, de meses o años (Lawrence 2016 p 581).
La diabetes materna se asocia a retraso de la subida de la leche (lactogénesis II) (Wu 2021, Matias 2014, Hartmann 2001), a bajos niveles de prolactina (Butte 1987) y a falta de suministro adecuado de leche (Riddle 2016).
Suele haber mayores dificultades para la lactancia derivadas de complicaciones maternas (cesárea frecuente) y del recién nacido (macrosomía, prematuridad, hipoglucemia precoz, hipocalcemia, problemas respiratorios, ictericia, poliglobulia y malformaciones) con separación precoz madre lactante (Lawrence 2016 p 578, Serrano 2015, Sorkio 2010, Maayan 2009, Cordero 1998).
Por todo ello, hay riesgo de menor prevalencia y duración de la lactancia en la diabetes materna (Oza 2015, Sparud 2011).
Se precisa un control intensivo de la glucemia durante el embarazo (Golbert 2008), un apoyo eficaz y un inicio precoz de la lactancia (Matias 2014, Sparud 2011, Whichelow 1983), evitando las separaciones innecesarias y recurriendo si es preciso a la extracción de leche manual o con bomba de modo precoz (Asselin 1987, Whichelow 1983).
El factor más importante para el éxito de la lactancia es el inicio precoz de la lactancia (Whichelow 1983).
La hipoglucemia de las primeras horas puede prevenirse y tratarse con alimentación oral frecuente (Sarkar 2003).
Aunque ha habido mucha discusión sobre la falta de pruebas de los beneficios y riesgos de la extracción prenatal de calostro para administrar al recién nacido evitando el que se le administre fórmula láctea (Forster 2017 y 2011, East 2014, Chapman 2013, Soltani 2012), los beneficios son tan grandes, en especial cuando se prevén problemas neonatales (diabetes materna, cesárea programada, gemelos, prematuros, malformaciones, etc.) que es una práctica recomendada por instituciones sanitarias y diversos autores (Casey 2019, NHS 2018, Wszolek 2015), siendo bien tolerada por las madres y mejorando su autoconfianza (Brisbane 2015).
La madre con diabetes tiene mayor riesgo de grietas, mastitis y candidiasis; hay que prevenirlo con lactancia frecuente, posición adecuada, evitando lavados, desinfectantes y pomadas y tratamiento enérgico antibiótico de la mastitis (Lawrence 2016 p 581).
La leche de la madre con diabetes tiene más glucosa (0,7mg/cc) que la de mujeres sin diabetes (0,3mg/cc) (Butte 1987) pero el contenido calórico total no se ve afectado porque la glucosa es un azúcar muy minoritario en la leche materna. Algunos autores han encontrado mayor concentración de sodio (Butte 1987) pero no otros (Bitman 1989).
La glucosa materna se utiliza para formar lactosa (glucosa + galactosa) en el pecho materno. Es preciso incrementar el autocontrol de la madre por el riesgo de hipoglucemias, especialmente durante o tras las tomas de pecho.
La hipoglucemia inhibe (vía adrenalina) la producción y eyección de la leche.
Las necesidades de insulina o de antidiabéticos orales suelen disminuir hasta en un 30% y hay necesidad de incremento calórico diario (Serrano 2015, Whichelow 1983). Se precisan también ajustes de dieta e insulina durante la introducción de alimentación complementaria y el destete (Serrano 2015).
Durante la lactancia las pruebas de glucosa en orina mediante tiras reactivas no son fiables por existir lactosuria. En todas las mujeres, la lactosa que se reabsorbe del pecho y pasa a plasma, se elimina por orina (Lawrence 2016 p 579, Serrano 2015).
Los antidiabéticos orales no sirven en la diabetes tipo 1.
La dieta, el ejercicio y la lactancia mejoran las cifras de glucemia.
Insulina, Acarbosa, Glibenclamida o Gliburida, Glipizida, Metformina, Miglitol, Tolbutamida, Exenatida y Liraglutida se consideran medicamentos seguros durante la lactancia (Serrano 2015).
La dieta materna no supone problemas para la lactancia ni para el lactante.
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