Última actualización: 12 de Noviembre de 2024
Compatible
Las recomendaciones de e-lactancia las realiza el equipo de profesionales de la salud de APILAM y están basadas en publicaciones científicas recientes. Estas recomendaciones no pretenden reemplazar la relación con su médico, sino complementarla. La industria farmacéutica contraindica la lactancia, de forma equivocada y sin razones científicas, en la mayor parte de prospectos y fichas de medicamentos.
Tu aportación es fundamental para que este servicio siga existiendo. Necesitamos la generosidad de personas como tú que creen en las bondades de la lactancia materna.
Gracias por ayudar a seguir salvando lactancias.
Catástrofe Natural también se conoce como
Catástrofe Natural pertenece a la siguiente familia o grupo:
Escríbenos a elactancia.org@gmail.com
e-lactancia es un recurso recomendado por Academy of Breastfeeding Medicine - 2015 de Estados Unidos
¿Quieres recomendar el uso de e-lactancia? Escríbenos al correo corporativo de APILAM
RESUMEN DEL COMENTARIO:
La lactancia materna es la mejor opción y la forma de alimentación más segura en situación de catástrofe o emergencia: terremoto, inundación, incendio, huracán, sequía, hambruna, corrimiento de tierra, erupción volcánica, etc.
Durante las emergencias, incluidos los desastres naturales y los conflictos armados, la lactancia materna es de vital importancia. La lactancia materna proporciona una nutrición fiable y protección contra las enfermedades infecciosas, sin necesidad de agua potable, utensilios de alimentación, electricidad o suministros externos.(ABM 2024)
El "Código Internacional para la Comercialización de Sucedáneos de la leche materna" de 1981(WHO 2017) protege y promueve la lactancia materna, evitando la donación de sucedáneos de leche materna, tetinas y biberones por los efectos negativos en la salud de la población infantil, aceptándolo sólo en casos muy específicos.
_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_*_
Las situaciones de emergencia conllevan una destrucción más o menos transitoria del tejido social, del sistema de salud, un aumento de la pobreza y desigualdad, el desplazamiento de personas, la situación de refugiados y la inseguridad alimentaria. Pueden aparecer epidemias y aumento de enfermedades y de mortalidad, más acusadas entre niños, mujeres, ancianos y personas previamente enfermas.
Las catástrofes se asocian a disminución de la prevalencia y duración de la lactancia materna y aumento de uso de fórmula infantil, lo que implica graves riesgos para la salud infantil. Los lactantes en situaciones de catástrofe alimentados con fórmulas lacteas comerciales (FLC) tienen más riesgo de enfermedad y muerte que los amamantados. (MirMohamadaliIe 2019, O'Connor 2001, Sapir 1993)
La escasa preparación en lactancia de los agentes de salud (Robertson 1995) y la distribución gratuita sistemática de FLC por organismos humanitarios internacionales y locales (Zakanj 2000) en áreas de catástrofes son causas de la disminución de la prevalencia y duración de la lactancia materna.(Rabbani 2020)
La protección del derecho de la mujer a la lactancia materna en situaciones de emergencia se asocia con mejores resultados maternos y neonatales (MirMohamadaliIe 2019). La protección, la promoción y el apoyo a la lactancia materna deben incluirse en todos los planes de preparación para emergencias y en la formación del personal; los protocolos de emergencia deben incluir especialistas en lactancia materna entre el personal de ayuda de emergencia (ABM 2024). La lactancia materna ha permitido la supervivencia de bebés aún en las circunstancias más espantosas. (Eidelman 2013)
La lactancia materna es la forma más eficaz de proporcionar nutrientes adecuados y en perfectas condiciones, incluso en situaciones de emergencia en las que el estado nutricional de las madres se ve afectado (Nidzvetska 2017). Promover y apoyar la lactancia materna y limitar la distribución de FLC por parte de las agencias de ayuda internacional evita el aumento de la desnutrición que ocurre durante los conflictos armados. (Andersson 2010, IBFAN 2009, Robertson 1995)
Los lactantes no amamantados constituyen un grupo de riesgo y hay que identificarlos; en su apoyo hay que considerar la posibilidad de volver a la lactancia materna (relactación), la lactancia por nodriza y la leche de donante. No deben aceptarse donaciones de FLC, biberones o tetinas, ni sacaleches en situaciones de emergencia sin que estén controlados el suministro, el almacenamiento, la preparación y la administración; deben reservarse exclusivamente para lactantes que no pueden ser amamantados. (ABM 2024)
Hay protocolos internacionales sobre la alimentación del lactante y del niño pequeño en emergencias. (CDC 2022, Save the Children 2020, IFE 2017)
En las catástrofes naturales y en la guerra es preciso seguir los “Principios rectores para la alimentación de lactantes y niños pequeños durante las emergencias” de la OMS (WHO 2004):
Principios 1 y 2: Los lactantes nacidos en poblaciones afectadas por emergencias deben ser amamantados exclusivamente desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad. Se debe hacer todo lo posible para identificar formas alternativas de amamantar a los bebés cuyas madres biológicas no estén disponibles. Hay que crear y mantener un entorno que fomente la lactancia materna frecuente para los niños de hasta dos años o más.
Principio 3: Se debe controlar estrictamente la cantidad, distribución y uso de FLC en los entornos de emergencia.