Última actualización: 15 de Enero de 2024
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Dependiendo de distintas culturas, entre un 5% y un 60% de mujeres que se embarazan mientras aún amamantan, siguen amamantando durante el embarazo. (Çınar 2022, Molitoris 2019, López 2017, Merchant 1990)
No se han encontrado diferencias en la duración del embarazo, ni en el peso del recién nacido ni en su crecimiento posterior ni en la tasa de aborto espontáneo entre mujeres embarazadas sanas y bien nutridas que continúan amamantando y las que no. (Stalimerou 2023, Minh 2021, Molitoris 2019, López 2017, Shaaban 2015, Pareja 2015, Ayrim 2014, Cetin 2014, Madarshahian 2012, Ishii 2009, Moscone 1993)
Un estudio retrospectivo con muchas limitaciones demostró mayor riesgo de aborto espontáneo con lactancia materna exclusiva durante el embarazo pero no con lactancia junto a alimentación complementaria (Molitoris 2019), lo que podría ser explicable en realidad por el menor espaciamiento entre embarazos.
La lactancia materna durante el embarazo no produce resultados adversos ni en la madre ni en el feto en un embarazo normal de bajo riesgo, aunque puede generar una carga nutricional para la madre. (Minh 2021)
Las necesidades nutricionales, energéticas, de minerales y vitaminas son muy altas en el embarazo y más en la lactancia (Molitoris 2019), por eso se ha publicado menor aumento de peso, disminución de los niveles de hemoglobina y otros problemas en mujeres que amamantan durante el embarazo, en especial en poblaciones desfavorecidas económicamente (Shaaban 2015, Ayrim 2014; Marquis 2003 y 2002, Siega 1993).
Asegurando el aporte dietético extra necesario, la lactancia se considera compatible y sin riesgos en un nuevo embarazo (CLM 2012, HWA 2009). El Grupo de trabajo sobre lactancia materna de la Sociedad Italiana de Medicina Perinatal se han posicionado en este sentido. (Cetin 2014)
Aunque se ha utilizado la estimulación del pezón para provocar la maduración del cuello uterino e inducir el parto (Kavanagh 2005), no hay pruebas de que la oxitocina liberada durante el amamantamiento pueda inducir un parto prematuro o un aborto espontáneo (Molitoris 2019), debido a que el pico de oxitocina no es suficiente y a que los receptores uterinos de oxitocina no están completos hasta el final del embarazo en el útero. (López 2017)
Históricamente la lactancia, ha sido un método de espaciar los embarazos, pero, fuera de los primeros 6 meses y de forma exclusiva e intensiva (método Mela), no se puede considerar un método anticonceptivo ni está reñida con la planificación de un nuevo embarazo. (Tikka 1998, Short 1991, Chao 1987).
Posibles cambios de sabor en la leche, mayor sensibilidad en el pecho, sensación de rechazo de la mujer a seguir amamantando, tabú cultural, creencias, presiones sociales y consejos de preofesionales, una disminución de la producción de leche y un destete espontáneo del lactante son factores que se han implicado en la mayor frecuencia de destete que ocurre durante el embarazo. (Çınar 2022, Moscone 1993)
De seguir lactando durante todo el embarazo, el pecho vuelve a producir calostro hacia el momento del parto y puerperio inmediato.