Únete a nuestro boletín
Recibe información actualizada, novedades y noticias sobre la lactancia, el proyecto e-lactancia y otras iniciativas de APILAM
Legitimación: Consentimiento del interesado.
Como usuario e interesado te informo que los datos que nos facilitas estarán ubicados en los servidores de Mailchimp (proveedor de email marketing de APILAM) fuera de la UE en EEUU. Mailchimp está acogido al acuerdo EU-US Privacy Shield, cuya información está disponible aquí, aprobado por el Comité Europeo de Protección de Datos. Ver política de privacidad de Mailchimp. (https://mailchimp.com/legal/privacy/).
El hecho de que no introduzcas los datos de carácter personal que aparecen en el formulario como obligatorios podrá tener como consecuencia que no podamos atender tu solicitud.
Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en apilam.es@gmail.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.
Puedes consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en esta web: http://e-lactancia.org, así como consultar nuestra propia política de privacidad.
La lactancia es posible con piercing del pezón. Es conveniente quitarse el anillo o la joya del pezón durante la lactancia o, al menos, cada vez que se tenga que amamantar. (LLLi 2019, Martin 2004)
La perforación en los pezones pueden dificultar la lactancia al inhibir el reflejo de bajada de la leche, aumentar la sensibilidad del pezón y causar molestias al bebé (Lee 2018, Martin 2004). Se han descrito dificultades en el engache y disminución de producción de leche. (Garbin 2009)
Algunos autores no han encontrado asociación del anillado del pezón con hiperprolactinemia (Sun 2013) y otros sí. (Holbrook 2012, Modest 2002)
No se recomienda perforar los pezones durante la lactancia (LLLi 2019). El tiempo de cicatrización de un piercing en el pezón suele ser de dos a tres meses. (Armstrong 2006)
Se han descrito infecciones graves como mastitis, abscesos y endocarditis (Sindoni 2022, Lee 2018, Holbrook 2012). Los riesgo de un piercing en cualquier parte del cuerpo son reacciones alérgicas, infecciones como hepatitis o tétanos, desgarros y cicatrices queloides. De hacerse, hay que elegir profesionales seguros. (Mayo 2024)