Última actualización: 4 de Octubre de 2020
Incompatible
No disponemos de alternativas para Trabectedina.
Las recomendaciones de e-lactancia las realiza el equipo de profesionales de la salud de APILAM y están basadas en publicaciones científicas recientes. Estas recomendaciones no pretenden reemplazar la relación con su médico, sino complementarla. La industria farmacéutica contraindica la lactancia, de forma equivocada y sin razones científicas, en la mayor parte de prospectos y fichas de medicamentos.
Tu aportación es fundamental para que este servicio siga existiendo. Necesitamos la generosidad de personas como tú que creen en las bondades de la lactancia materna.
Gracias por ayudar a seguir salvando lactancias.
Trabectedina en otros idiomas o escrituras:
Trabectedina pertenece a la siguiente familia o grupo:
Principales marcas comerciales de diversos países que contienen Trabectedina en su composición:
Variable | Valor | Unidad |
---|---|---|
Peso Molecular | 762 | daltons |
Unión proteínas | 98 | % |
Vd | 71,4 | l/Kg |
T½ | 180 | horas |
Escríbenos a elactancia.org@gmail.com
e-lactancia es un recurso recomendado por Academy of Breastfeeding Medicine - 2015 de Estados Unidos
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La Trabectedina es un antineoplásico derivado de los tunicatos marinos. Es usado en el tratamiento de sarcomas de tejidos blandos y en el cáncer de ovario.
Se administra en perfusión intravenosa cada 3 semanas.
A fecha de última actualización no encontramos datos publicados sobre su excreción en leche materna.
Sus datos farmacocinéticos (amplio volumen de distribución, peso molecular moderadamente elevado y alto porcentaje de fijación a proteínas) hacen poco probable el paso a leche materna de cantidades significativas.
Durante el tratamiento del cáncer hay que interrumpir la lactancia debido a los efectos secundarios potencialmente graves para el lactante. La quimioterapia no afecta la producción de leche ni durante el tratamiento ni posteriormente. Un destete abrupto puede ser psicológicamente traumático tanto para la madre como para el lactante (Pistilli 2013).
Si la madre lo desea, la producción de leche puede mantenerse mediante extracción regular del pecho, pudiendo recuperar la lactancia en los periodos en que en la leche no quedan trazas significativas del fármaco (Anderson 2016) o al finalizar el tratamiento (Pistilli 2013).
Se sabe por Farmacocinética que pasadas 3 semividas de eliminación (T½) se elimina del organismo el 87,5% del fármaco; tras 4 T½ el 94%, tras 5 T½ el 96,9%, tras 6 T½ el 98.4% y tras 7 T½ el 99%. A partir de 7 T½ las concentraciones plasmáticas de fármaco en el organismo son despreciables. En general, un período de al menos cinco vidas medias puede considerarse un período de espera seguro para volver a amamantar (Anderson 2016).
Tomando como referencia el T½ publicado más largo de todos los metabolitos activos estos 5 T½ corresponderían a 38 días. Debido a los importantes afectos adversos, sería recomendable esperar 7 T½ que corresponderían a 53 días. Mientras, extraer y desechar la leche del pecho regularmente.
El tiempo necesario de interrupción de la lactancia, mayor que la frecuencia de los ciclos de tratamiento (cada 21 días), imposibilita la continuación de la lactancia.
Cuando sea posible hacerlo, las detecciones en leche de cada paciente para determinar la eliminación total del fármaco serían el mejor indicador para reanudar la lactancia entre dos ciclos de quimioterapia.
Algunos quimioterápicos con efecto antibiótico pueden alterar la composición de la microbiota (conjunto de bacterias o flora bacteriana) de la leche y la concentración de alguno de sus componentes (Urbaniak 2014). Posiblemente esto ocurre de forma transitoria con recuperación posterior, sin que por ello se supongan ni se hayan publicado efectos perjudiciales en lactantes amamantados.
Las mujeres en tratamiento quimioterápico durante el embarazo tienen menores tasas de lactancia por experimentar dificultades para amamantar (Stopenski 2017), necesitando más apoyo para conseguirlo.
Dadas la grandes evidencias que existen sobre los beneficios de la lactancia materna para el desarrollo de los bebés y la salud de las madres, conviene evaluar el riesgo-beneficio de cualquier tratamiento materno, incluida la quimioterapia, asesorando individualmente a cada madre que desee seguir con la lactancia (Koren 2013).